Sin dudas que Juventud Antoniana es el rival que mejor le cae a Crucero del Norte. Ya sea en Salta o en el Andrés Guacurarí, mereciéndolo o no, el colectivero casi siempre consigue lo que busca ante el santo.
Esta vez se impuso por 1 a 0 con un gol de Fernando Márquez y se puso en carrera hacia la clasificación. No fue una clara supremacía misionera, pero resaltó su mayor vocación ofensiva, armas que el equipo de Adrián Cuadrado no supo exhibir en cada acción que se le presentó.
Crucero avisó a través del reaparecido Márquez, que a los 26’ tuvo la apertura del marcador en sus pies, pero su remate, previo enganche dentro del área, murió en las manos de Bertoya. Luego, para no perder la costumbre, el mismo Márquez, un auténtico verdugo antoniano en lo que va del año, también acarició la apertura segundos más tarde, pero tardó un tiempo y permitió el quite limpio de Marcos Lamolla, para sofocar cualquier apremio para el local.
A los 31’ el goleador misionero la hizo muy bien en el corazón del área, Bertoya le tapó el remate en incómoda posición, y luego, cuando quiso cerrar la jugada desde el piso, fue tocado por un defensor santo. El juez Ignacio Bruno no dudó en pitar la pena máxima, mientras que todo Juventud reclamó de manera airada una acción polémica, que derivó en el único tanto del local. El propio Márquez, desde los doce pasos, no sólo adelantó al colectivero, sino que además se sacó la mufa tras 10 partidos sin convertir.
Tras cartón, luego de una infracción de Medrano en el borde del área, Juventud se encontró con la ocasión más clara del empate, pero el derechazo de Rinaudo reventó el travesaño del arco de Gaona.
El juego se tornó de ida y vuelta en el final, pero ni Gaona ni Bertoya tuvieron que esforzarse ya que el balón circulaba lejos de sus dominios.
Y así transcurrieron los minutos, sentenciando un nuevo traspié de un Juventud, que está obligado a cambiar su tendencia irregular si es que aspira a alcanzar una promoción.
Fuente: El Tribuno de Salta
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