COMO DEBE SER

Tal como lo indicaban las estadísticas, Crucero sumó frente a Sportivo Belgrano. Pero esta vez cortó la racha de tres 0-0 consecutivos, se impuso 2-0 como visitante y quedó a un solo punto de la cima de la zona Norte del torneo Argentino A.

Los goles de Gonzalo Del Bono y Fernando Zampedri fueron estacas que se clavaron en el corazón verde y fueron determinantes para configurar un panorama de caras largas y caminatas cabizbajas como hace bastante tiempo no se veían por barrio Alberione.
Crucero acertó en una pelota parada y se llevó una ventaja inmerecida al cabo de un mal primer tiempo. Ninguno de los dos mostró virtudes futbolísticas que permitieran atisbar algún momento de juego vistoso y asociado.
Por el contrario, con la ubicuidad de Marczuk, el despliegue no exento de garra de Cabrera y el talento de Motta por la izquierda, el Colectivero tuvo argumentos para discutir la posesión del balón y jugarlo con algún criterio. Por supuesto que nada extraordinario, porque salvo en el gol, los volantes misioneros nunca encontraron a sus delanteros. El gol llegó luego de que Motta ejecutara un tiro libre desde la derecha. La pelota fue al primer palo. Allí apareció libre de marcas Martínez. De primera, el 9 visitante la envió al arco, pegó en el palo, cruzó toda la línea y Del Bono, ingresando apareado con Quiles, la mandó a los piolines.
El resultado cambió, pero el juego no. Por el contrario, se hizo más rústico. Aparecieron varias piernas fuertes y algunas tarjetas amarillas en la visita. Y Sportivo sintió el impacto en lo anímico, algo que inmediatamente se verificó en el trámite, porque las individualidades ya no gravitaban.
Con experiencia y practicidad, la visita se tranquilizó ante la falta de amenaza del ataque verde y manejó los tiempos, sabiendo que Sportivo no lastimaría. Incluso se animó a salir de contra. En una de ellas, Cabrera envió un centro desde la derecha y Fernando Zampedri batió a Barucco con golpe de cabeza para el 2-0. Y hubo festejo.

Fuente: territoriodigital.com